Mensaje a los ciudadanos militares 

¿DÓNDE ESTÁ EL SOBRE NÚMERO UNO? 

“Los integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana deben conocer, respetar, cumplir y hacer cumplir las disposiciones legales nacionales e internacionales relacionadas con los Derechos Humanos en tiempo de paz y en estado de excepción, actuando en el marco de los mismos”. Artículo 135.
Ley Orgánica de la Fuerza Armada Bolivariana.

Es un hecho ampliamente conocido por la ciudadanía venezolana, por la comunidad internacional y los organismos especializados en procesos electorales, así como por los efectivos militares del Plan República, que el candidato Edmundo González Urrutia resultó ganador por abrumadora mayoría, en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio de 2024. 

 

El régimen, a través del rector del CNE Elvis Amoroso, violentó los procesos y, contrariando toda evidencia, declaró por ganador a Nicolás Maduro, sin tener las actas que lo respaldaran. A este acto se le une la gravísima sentencia inconstitucional del TSJ, ratificando la decisión del CNE, que constituye una bofetada a los venezolanos y a la comunidad internacional, porque, en rigor, el Poder Judicial no puede suplantar al Poder Electoral, y mucho menos desconocer la voluntad popular. 

 

Las actas originales, custodiadas por el Plan República conforme a la ley, no han sido mostradas. Es especialmente importante para la transparencia del proceso electoral la colección de documentos incluidos en el llamado Sobre N° 1 de cada mesa electoral, descrito en el Manual del CNE: “Las actas e instrumentos electorales se remitirán en el sobre N° 1. En la carátula del sobre se indica el contenido. Deberá trasladarse por los efectivos militares del Plan República”. 

Es imposible exagerar la importancia del Sobre N° 1, como documento esencial en la presente coyuntura nacional, cuando el régimen comete un autogolpe de Estado para violentar la decisión del pueblo al elegir a Edmundo González Urrutia presidente de la nación. Las actas presentadas por el comando de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado se corresponden, sin duda, con el contenido del Sobre N° 1. La pregunta para el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, para el régimen de Maduro, y, aún más crucial, para la Fuerza Armada Nacional y los efectivos del Plan República es: ¿dónde está el Sobre N° 1 de cada mesa?; de su presentación parece depender la paz y la reconciliación de la nación. 

La pregunta podría parecer retórica e ingenua, pero no se trata de un reclamo inútil, porque va dirigido a la parte de nuestra Fuerza Armada que se conserva íntegra y ciudadana, respetuosa de nuestra Constitución, a pesar de las amenazas y las pretenciones de control que penden sobre sus cabezas, bajo la autoridad cubana que controla la disidencia en la FAN y dentro del propio chavismo. 

La interrogante del Sobre N° 1 no pretende resolver ninguna duda en cuanto a las actas en posesión del comando opositor, facilitadas por los testigos de mesa; porque esto es un tema resuelto por los propios estándares técnicos del sistema electoral venezolano. Pretende sí, darle la oportunidad al sector militar consciente de su responsabilidad constitucional, de resolver ante el mundo un tema medular, su rol para garantizar la paz en Venezuela; y es que Maduro no puede pretender desconocer la voluntad popular. 

 

Expresamos nuestra admiración por la respuesta de los venezolanos en todo el mundo, el pasado sábado, al salir a las calles a defender la legítima voluntad de nuestra nación y reclamar la violación sistemática de los Derechos Humanos. 

 

El uso de la Fuerza Armada y de la policía para intimidar, torturar, perseguir, secuestrar, encarcelar y desaparecer a los críticos y opositores, ubica al país en el nivel de los peores extremos de violación de los DD.HH. en la historia contemporánea de la humanidad. El mundo ha tomado nota, la Corte Penal Internacional ha registrado cientos de nuevas incidencias contra los DD.HH. y la posibilidad de una orden de captura sobre Maduro y de quienes resulten responsables en su entorno, se torna cada vez más cercana. 

 

No podemos concluir este documento sin agradecer a la comunidad internacional, a la ONU, la OEA, la UE, el Centro Carter y a nuestros vecinos en el continente americano su reclamo de transparencia en el proceso electoral, como la clara defensa del derecho a la autodeterminación de los pueblos, expresado en las urnas. Los venezolanos en el mundo simplemente exigimos que se cumpla nuestra Constitución, si ayer expresábamos nuestro rechazo a cualquier propuesta de repetir las elecciones, pues sería conculcar la voluntad soberana del pueblo venezolano, hoy repudiamos la acción del TSJ que, en la práctica, pretende bloquear cualquier salida electoral a la crisis venezolana. Nuestra Carta Magna tiene mecanismo de resistencia constitucional a los cuales estamos ahora obligados a recurrir para restablecer su vigencia. 

 

La soberanía de Venezuela reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución (…) Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos. (Artículo 5, CRBV). 

 Tal vez quedó cerrada la vía electoral, pero la vía constitucional está abierta. La lucha sigue, es hasta el final. 

 

En el mundo, el veintitrés de agosto de dos mil veinticuatro. 

 

La Junta Directiva del MCVM: Nancy Arellano, Luis Augusto Colmenares, Luis Corona, William Diaz, Juan Fernández, Braulio Jatar, Pilín León, Ildemaro Martínez, Paciano Padrón, Ricardo Pinza, Liliana Ponce, Eddie Ramírez, María Carmela Rodríguez, Juan Carlos Viloria.